El abono como herramienta
El abono como herramienta en bonsái
La Escola de Bonsai Menorca recomienda los abonos específicos para bonsái
Nutrición de las Plantas
La alimentación de las plantas es bastante más compleja que la animal, ya que extrae los diferentes elementos nutritivos procedentes de diferentes medios:
- -Agua
- -Aire
En el Aire se encuentra el elemento más importante para la nutrición, el anhídrido carbónico (CO2), también extrae oxigeno, pero en menor cantidad. Esta absorción se produce tanto a través de las hojas, como a través de las raíces.
En el Agua están presentes casi todos los nutrientes minerales que se necesitan. Ésta será el agua que absorberán las raíces, pero también puede ser absorbida por las hojas, cualidad que nos será muy útil para hacer tratamientos vía foliar (abonos foliares).
El Suelo y las Raíces
La composición físico-química del suelo es fundamental para una buena nutrición. La importancia de una buena aireación de la tierra es evidente ya que sin aire alrededor de las raíces, estas se ahogarían y la planta moriría. Si la tierra no está bien elaborada, será inútil intentar solucionar los problemas a base de abonos o correctores.
La materia Orgánica
La materia orgánica en si, no es absolutamente necesaria en la composición de la tierra, ya que sus efectos pueden ser substituidos por una alimentación compuesta exclusivamente con productos químicos.
La materia orgánica está siempre en movimiento, ya que dentro de ella vive una potente flora bacteriana que la hace inestable. Ésta se va descomponiendo con el tiempo hasta desaparecer del todo. La parte más estable forma lo que se denomina ácidos húmicos. Dependiendo de su procedencia, se descompone de forma diferente, liberando Nitrógeno.
Otros componentes orgánicos del suelo forman aminoácidos que tienen diversas utilidades en fertilización. Son muy interesantes los extractos de algas, así como diversos compuestos orgánicos que las plantas aprovechan directamente en forma de ácidos (húmicos, flúvicos, etc.)
Elementos Nutritivos
Los elementos nutritivos son los que la planta necesita para su crecimiento. Como ya hemos dicho antes, los elementos más importantes los extrae del agua y del aire, pero algunos de estos se han de ir restituyendo para que no provoquen deficiencias. Los productos que cubren estas necesidades son llamados «Abonos Compuestos«.
Los elementos que componen los abonos son los siguientes:
De mayor consumo por las plantas se denominan MACROELEMENTOS
- Nitrógeno
- Fósforo
- Potasio
- Calcio
- Magnesio
- AzufreManganeso
De menor consumo se denominan MICROELEMENTOS
- Hierro Boro
- Cinc
- Cobre
- Molibdeno Cloro
Tipos de Abonos
Los abonos tienen diferentes procedencias, y multitud de presentaciones, pero para poder clasificarlos, hemos de establecer los siguientes grupos:
Según su composición:
- Abonos orgánicos
- Sólidos (polvo)
- Sólidos (bolas)
- Líquidos
- Abonos minerales
- Sólidos simples
- Sólidos compuestos
- Líquidos puros
- Líquidos compuestos
Según su aplicación:
- Abonos solubles
- Fertirrigación
- Foliares
- Abonos granulados
- De liberación lenta
- De liberación controlada
- Normales
Todas las formas comerciales han de hacer constar en la etiqueta la riqueza de cada uno de los elementos que lo componen. Pero por ley, solo son necesarios los tres principales NPK.
Una composición típica para Bonsái podría ser: 8-8-6, esto significa que tiene un 8% de Nitrógeno, un 8% de Fósforo y un 6% de potasio.
El equilibrio entre los tres elementos más importantes nos definirá su utilidad, tal y como veremos en la descripción de los efectos que podemos conseguir con cada uno de ellos.
También encontraremos en el mercado productos elaborados en parte por productos orgánicos y minerales, así como otros a los que se han añadido aminoácidos para mejorar su eficacia.
MACROELEMENTOS
El Nitrógeno
El nitrógeno es uno de los elementos químicos más importantes para todos los seres vivos sin excepción. En estado puro es un gas inerte sin color ni olor. Aproximadamente el 80% del aire de la atmósfera esta formado por este gas. En forma gaseosa, no es aprovechable por las plantas, a excepción de las de la familia de las leguminosas, las cuales se asocian con unas bacterias que fijan el nitrógeno en el suelo.
El símbolo químico del Nitrógeno es N.
Funciones.
La importancia del nitrógeno en las plantas queda suficientemente demostrada, ya que sabemos que participa en la composición de las principales substancias orgánicas, como la clorofila, aminoácidos, proteínas, ácidos nucleicos, etc. Y como estos elementos sirven de base para la mayoría de procesos que rigen el crecimiento y multiplicación de las plantas, resulta evidente la importancia del N en las funciones más características de la vida vegetal.
El N es muy móvil dentro de las plantas.
Efectos.
Un suministro adecuado de N a las plantas producen:
- Rápido crecimiento
- Un color verde intenso
- Mejora la calidad de las hojas y aumenta el contenido en proteínas
- Aumenta la producción de hojas, frutas, semillas, etc.
Como efecto secundario, tiene mucha importancia su función como alimento a la flora bacteriana del suelo.
Comportamiento en el suelo.
El N es muy soluble en el agua y resulta muy fácil que se pierda a causa del riego por «lixiviación», a no ser que se utilicen formas de liberación lenta.
La procedencia principal del nitrógeno es la materia orgánica en descomposición, la cual produce pequeñas cantidades más o menos constantes de nutrientes hasta su total desaparición.
Deficiencias.
Cuando hay deficiencias, se suelen manifestar en las hojas más viejas, ya que debido a su movilidad, siempre acudirá primero a los tejidos nuevos en crecimiento, y se hace evidente por la pérdida de color verde y el secado de éstas hojas.
El Fósforo
En el suelo, el fósforo no se encuentra nunca en estado puro, sino que esta siempre combinado con otros elementos, formando diferentes compuestos químicos, pero casi siempre en forma de fosfato.
Su símbolo es P y su unidad fertilizante es el anhídrido fosfórico (P2O5)
Funciones.
Este elemento participa en la composición de las moléculas de las membranas celulares y en los compuestos relacionados con la captura y trasporte de energía dentro de las plantas, entre las que hay que destacar la fotosíntesis, la división celular, la formación y utilización de azúcares, grasas y proteínas, la respiración, etc.
Efectos.
Es difícil atribuir al fósforo efectos concretos por si solo, ya que interviene prácticamente en todos los procesos generales de las plantas, pero básicamente tiene los siguientes efectos:
- Estimula el desarrollo de las raíces y del crecimiento general de la planta
- Desarrollo rápido y vigoroso de las plantas jóvenes
- Aceleración de la floración y fructificación
- Mayor resistencia general de las plantas
Comportamiento en el suelo.
En el suelo es un elemento poco movible, por lo cual no es necesario reponer perdidas producidas por lixiavación, ya que no se producen en exceso.Hay una cierta cantidad de fósforo no asimilable por las plantas dentro del suelo, y a medida que las raíces absorben el soluble, éste se va liberando. La presencia de materia orgánica es importante para que esta liberación de fósforo se produzca.
Hoy en día, en abonos de alta calidad se suele suministrar el fósforo en forma de ión fosfito asegurando a la planta un nivel en fósforo asimilable adecuado durante un largo período de tiempo, ya que produce menos pérdidas por lixiviación. El ión fosfito es además un inductor de los procesos de autodefensa de la planta (fitoalexinas), especialmente activo contra hongos pernosporáceos, que producen enfermedades en raíz y cuello (Pythium, Phytophthora) y los que las producen en hojas y frutos, los mildius (Bremia, Peronospara, Plasmopara…)
Deficiencias.
Dentro de la planta es, al contrario que en el suelo, un elemento muy móvil, y del mismo modo que el N, las deficiencias se manifiestan en las hojas viejas, el crecimiento se reduce y enlentece, las hojas verdes pierden brillo y se vuelven de un color verde muy oscuro y ocasionalmente aparecen tonos morados en diferentes partes de las hojas y ramas jóvenes.
El potasio
El potasio es un elemento que es absorbido por las plantas en grandes cantidades, al igual que el nitrógeno. Como los anteriores, no se encuentra puro, sino que se combina con otros elementos formando sales. En estas sales, el potasio constituye la parte positiva o catión.
Su símbolo químico es K. Su unidad fertilizante es el óxido potásico (K2O)
Funciones.
El potasio esta relacionado con el metabolismo de los hidratos de carbono (azucares).
A diferencia de los dos anteriores, el potasio no forma compuestos o sustancias más o menos complejas, sino que se encuentra en los fluidos de la planta tal y como es absorbida por las raíces.
Efectos.
Los efectos del potasio en las plantas se centra básicamente en la producción de flores y frutos, la regulación del contenido de agua dentro de las células, y la estimulación de diversas enzimas.
Comportamiento en el suelo.
En el suelo lo encontramos básicamente en tres formas, potasio mineral, potasio cambiable, y potasio en solución.
Potasio mineral
Es el más abundante, ya que forma parte de muchos minerales presentes en la tierra: mica, feldespato, arcillas, etc. Este potasio no es utilizable por las plantas hasta que, cuando los minerales se descomponen lentamente, es liberado.
Potasio cambiable
El potasio, por tener una carga positiva, se queda ligado a la superficie de aquellas partículas más finas del suelo, que poseen carga negativa, como las arcillas y la materia orgánica (humus). Esto pasa también con otros elementos químicos con carga positiva: calcio, magnesio, sodio, etc. Esta atracción es muy fuerte, y se pueden cambiar unos elementos por otros.
Potasio en solución
En el agua del suelo se encuentra disuelta una pequeña parte del potasio existente. Las plantas se nutren de esta parte. Si midiéramos la cantidad de potasio disuelto en el agua, veríamos que es una cantidad muy pequeña, si comparamos las necesidades de la planta y lo que absorben. Lo que pasa en realidad, es que existe un intercambio entre las tres formas de potasio. De este modo, a medida que se agota el potasio en solución, es absorbido por la arcilla y las otras partículas en forma cambiable. Así, resulta que las dos formas, en solución y el cambiable, son fácilmente asimilables por las plantas.
Debido sus peculiaridades, el potasio produce pocas pérdidas por culpa de la lixiviación.
Deficiencias.
Al igual que los otros dos, el potasio es muy móvil dentro de la planta, y muestra sus deficiencias en las hojas más viejas, llegando a producir quemaduras semejantes a las producidas por exceso de sales.
El Calcio
Este elemento juega un papel decisivo en numerosos aspectos de la vida de las plantas, como son la rigidez de las paredes celulares y el trasporte de ciertas hormonas. Sobre todo, es un equilibrador iónico de los fluidos celulares, ayudando a evitar ciertos desórdenes que pueden producir el exceso de otros elementos, como el potasio y los ácidos vegetales.
El calcio es normalmente aportado por los componentes de las mezclas utilizadas para el substrato, a parte de recibir a través del agua de riego, un aporte continuo de carbonato cálcico disuelto en ésta.
Existen un cierto número de especies que se denominan «calcífugas«, y que requieren bajos niveles de este elemento, llegando a producir desordenes fisiológicos importantes en caso de que su presencia sea excesiva.
El calcio, en su forma habitual, la Cal (carbonato cálcico), es un alcalinizante del suelo muy importante, y esto se ha de tener en cuenta a la hora de diseñar las mezclas de tierra..
Sus deficiencias se manifiestan normalmente en los puntos de crecimiento nuevo, mediante la parada y muerte de brotes nuevos terminales y en la deformación de las hojas jóvenes.
Su símbolo es Ca.
Azufre
Este elemento es normalmente aportado por los fertilizantes comerciales en forma de sulfatos, de manera que no suelen provocar carencias.
Su símbolo es S.
Magnesio
Forma parte de la molécula de la clorofila y esta relacionado con el metabolismo del fósforo. Su carencia se suele mostrar en forma de clorosis de las hojas viejas, tomando un color bronceado.
MICROELEMENTOS
Con los microelementos hay que tener en cuenta:
Son de tanta importancia como los otros nutrientes, y su deficiencia afecta mucho a las plantas.
Generalmente pueden existir carencias de uno o más elementos, pero raramente de todos.
En muchos casos, las carencias se deben a las condiciones anormales del suelo y no a la deficiencia de un elemento, tal y como puede ser la acidez, la alcalinidad, el exceso de cal, la salinidad, pobreza en materia orgánica, falta de aireación de las raíces, etc.
Muchos de estos elementos nutritivos son tóxicos si se utilizan en exceso, su aplicación, por tanto, se ha de hacer con precaución y utilizando productos lo menos nocivos posible para las plantas.
La forma más segura para su aplicación es en forma de minerales-orgánicos o quelatos.
El Hierro es probablemente el micronutriente que produce síntomas de deficiencias con más frecuencia. Esto es debido a la facilidad que tiene en oxidarse, y pasar a formas no solubles, sobre todo si el Ph es alto.
Otra causa de carencia de hierro en las plantas es el exceso de cal, no ya por el bajo nivel de Ph, sino por que esta tiende a unirse son el hierro asimilable bloqueándolo.
La deficiencia de hierro se hace evidente por el color amarillo que toma el limbo foliar mientras que los nervios permanecen verdes. Se produce en las hojas más jóvenes, ya que es un elemento poco movible dentro de las plantas.
La mayoría de microelementos se fijan con relativa facilidad al suelo, tal vez, con la sola excepción del Boro. La carencia de boro se suele manifestar por una detención en el crecimiento de los brotes.
El Molibdeno esta relacionado con el metabolismo del nitrógeno. Es requerido por las plantas en muy baja concentración, por lo que no es frecuente encontrar deficiencias.
El Manganeso participa en multitud de procesos enzimáticos de las plantas. Su asimilación depende mucho del Ph, por lo que regando con aguas duras se puede bloquear y aparecer síntomas de deficiencias, que son parecidos a los del hierro pero con el verde de los nervios un poco más extendido.
El Cinc es un elemento importante en el crecimiento general de las plantas, especialmente en las raíces. Cuando se producen deficiencias, éstas aparecen especialmente en las hojas jóvenes, en forma de clorosis y en deformación de las mismas.
El Cobre es otro elemento en el que su absorción depende del Ph del suelo. Su deficiencia se suele manifestar por la muerte del brote terminal y por la substitución de éste por otro de nuevo, que a su vez vuelve a morir.
El Ph del suelo no es siempre el mismo, y normalmente en maceta, va aumentando a medida que pasa el tiempo. Por norma general y con los ingredientes que normalmente se utilizan para formar las tierras de bonsái, se puede seguir el siguiente gráfico:
Utilización de los Abonos
Este apartado esta dedicado sobre todo a conseguir mejor rendimiento en el abonado durante la etapa de formación, acelerando en el tiempo los objetivos que queramos conseguir.
La utilización de los abonos en bonsái se hará siguiendo cuatro premisas:
- ¿Qué necesita el árbol?
- ¿Cuándo lo necesita?
- ¿Qué queremos hacerle al árbol?
- ¿Cuándo lo queremos hacer?
Respondiendo a estas preguntas, obtendremos un plan de actuación efectivo para cada árbol, que nos ahorrará muchos esfuerzos inútiles y nos permitirá obtener inmejorables condiciones sanitarias en nuestros bonsái.
En todo momento, a partir de ahora, estaremos hablando de abonos líquidos, ya que su aplicación en bonsái en fase de formación nos permite una eficacia que ningún otro nos puede ofrecer.
Una vez el bonsái esté formado, y solo se necesite mantenimiento o refinado, la fertilización será a elección del aficionado, ya que probablemente por comodidad, no se utilice una planificación exacta del sistema de abono. Para ello, los abonos orgánicos, ya sean sólidos o líquidos serán con toda probabilidad, la elección final.
¿Qué necesita la planta?
Las plantas necesitan un abonado continuo con un equilibrio entre los nutrientes adecuado a sus características. Cada especie es diferente en cuanto a necesidades especificas de cada nutriente, pero a modo de norma general, podríamos asignar unos equilibrios diferentes para cada grupo de especies
Coníferas: 1:2:2
Hoja caduca: 3:2:1
Hoja perenne: 2:2:1
Con esto solo definimos el equilibrio entre los tres principales nutrientes, no la cantidad total de abono. Entonces ¿ cuál es la cantidad de abono que hemos de utilizar en cada bonsái?, no hay respuesta exacta, y depende de cada planta en concreto. Para su utilización se deberá seguir las instrucciones de cada fabricante ya que dependiendo de su composición nos permitirá utilizar más o menos.
Un abono típico 3:2:1 podría ser uno líquido con 20%N, 12%P, 6%K de la marca «X», según el fabricante podemos realizar abonados quincenales durante la época de crecimiento, regando con una solución del 0.15 al 0.25%, supongamos que una maceta media absorberá unos 2l de solución, esto nos da 4ml de fertilizante por cada abonado utilizando la media (0.2%). ¿Y si cambiamos la frecuencia?, analicemos: 4ml cada 2 semanas = 8ml al mes. En caso de reducir la frecuencia a un abonado al mes no podremos utilizar los 8ml ya que será excesivo en un solo abonado y usaremos la parte alta de la gama 0.25% que serán 5ml. Habremos rebajado el aporte de abono en un 38%, lo que hará que las plantas dejen de crecer en un porcentaje similar. Pero en cambio si aumentamos la frecuencia a un abonado semanal, podremos aumentar la cantidad de total abono, lo vemos: 0.15% x 2l = 3ml de abono semanal = 12ml al mes. En este caso hemos aumentado la cantidad total de abono en un 50% con respecto a la dosis media, y esto nos proporcionará crecimientos superiores en un porcentaje similar.
Hemos de tener en cuenta la composición de las tierras, ya que la presencia de materia orgánica hará que haya mayor disponibilidad de nitrógeno, y una mayor cantidad de arcilla (akadama) nos dará un continuo suministro de potasio.
¿Cuándo lo necesita?
Dependiendo de la época del año, las necesidades varían tanto en lo que se refiere a la cantidad de nutrientes como al equilibrio entre ellos. Podemos darle lo que necesita, o por el contrario, modificar estas preferencias de las plantas con tal de conseguir ciertos resultados. Sabiendo lo que queremos y lo que quiere el bonsái, podemos hacer de la fertilización, una herramienta tal como si fuera unas podadoras.
Gráfico:
Resultado obtenido del análisis de la media del contenido en las hojas, brotes, flores y frutos de tres especies perennifolias durante dos años.
Otro factor a tener en cuenta, es que a mayor fertilización, mayor consumo de agua. Lo que nos aconseja que en plena canícula dejemos de abonar con tal de no forzar en exceso las plantas.
¿Qué queremos hacerle hacer al árbol?
Por lo que hemos dicho hasta ahora, veremos que tenemos respuestas de crecimiento diferentes del que tendría la planta por natural, es decir podemos forzarla a hacer algo en concreto. Por ejemplo, hemos programado una defoliación de una Zelkova en junio, pues podemos preparar a éste árbol, que en este momento está en plena época vegetativa, para la nueva brotación, y dos semanas antes hacemos un abonado con un producto rico en PK, lo que hará que acumule reservas alrededor de las yemas latentes, que producirán vigorosos brotes nuevos.
¿Cuándo lo queremos hacer?
Conociendo los que hace cada elemento y las necesidades de cada árbol en una época determinada, podemos avanzarnos a las deficiencias o excesos que se producirían por culpa de un abonado convencional.
Pero ¿cómo podemos conseguir el abono adecuado en cada momento y para cada planta?. Simplemente, no existe!, pero lo podemos fabricar mezclando un mínimo de formulaciones standard.
Vamos a ver un ejemplo práctico;
Disponemos de los siguientes productos:
- Abono base: N30%–P10%–K10%
- Fosfito potásico: N 0%–P20%–K30%
- Abono fosfórico N 7%–P21%–K 7%
(Estas formulaciones han estado extraídas todas de una misma marca comercial, todos son abonos foliares, y por tanto de fácil asimilación)
- Mezcla de tierra 60% akadama 20% turba rubia 20% arena
- El bonsái es una Zelkova en periodo de formación.
Abonaremos durante un año empezando cuando brote en marzo y acabaremos en noviembre.
En primavera abonaremos principalmente con un abono más rico en N
En este caso utilizaremos el abono base en disolución al 0.1% semanalmente
Podremos intercalar en estas fechas un tratamiento hecho con ácidos húmicos y microelementos que activará el suelo y nos cubrirá las necesidades de microelementos durante todo el año.
A principios de verano defoliaremos, por tanto abonaremos una única vez con el fosfito potásico 15 días antes de la defoliación en disolución al 0.2%
Ya que hace mucho calor, disminuiremos la proporción de N mezclando el abono base y el fosfórico en partes iguales, en disolución al 0.1% de la mezcla
En agosto pararemos en caso de que haga excesivo calor.
En septiembre, reanudaremos el abono con la misma mezcla con la que terminamos de abonar en verano.
En Octubre y noviembre, enriqueceremos la mezcla para ir acumulando reservas, mezclando el fosfito potásico y el abono fosfórico a partes iguales y en disolución 0.2%
Para poder visualizar la prueba, necesitamos asignar una cantidad de solución en cada riego fertilizado, supongamos que gastamos un litro.
1l de solución al 0.1% nos dejará en cada riego fertilizado 1ml de fertilizante
marzo | abril | mayo | junio | julio | ||||||||||||||||
ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | |
Abono Base | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 |
Fosfito Potásico | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 2 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
bono Fosfórico | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 |
julio | agosto | septiembre | octubre | noviembre | ||||||||||||||||
ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | ml | |
Abono Base | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
Fosfito Potásico | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
Abono Fosfórico | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 1 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
(es tan solo un ejemplo de aplicación)
Y esto visto gráficamente:
El gráfico nos muestra el abonado que hemos realizado con la aportación de cada elemento NPK, a esto habría que añadir el N liberado por la materia orgánica que nos aporta la turba, y el K procedente de la Akadama, probablemente tendríamos un exceso de K, pero aunque simplificado al máximo, utilizando solo dos productos al mismo tiempo y mezclándolos a partes iguales, hemos conseguido un plan de abonado que se aproxima mucho a lo que deseábamos.
¿Qué y Cuándo Abonar?
Se puede establecer una norma fundamental en la fertilización:
En caso de duda, no abonar
Qué y cuándo no abonar:
- Plantas enfermas
- Plantas que no broten
- Después de trasplantar
- Cuando haga mucho calor
- Cuando haga frío
- Cuando el árbol no tenga hojas
Qué y cuándo abonar:
- Cuando empiece a brotar
- Después de un pinzado
- En caso de que se vea alguna deficiencia
- Antes de que llegue el frío (PK)
Normas generales para la aplicación de Fertilizantes:
- Siempre es preferible abonar con mucha frecuencia pero en poca cantidad
- Siempre se ha de seguir las instrucciones del fabricante
- La aplicación de microelementos se puede hacer en una sola aplicación al año
- Siempre que se utilicen abonos líquidos, el bonsái ha de estar bien regado
- Después de un abonado, no se regará hasta que la planta lo pida
- Es necesario ir cambiando de fabricante o de producto
Autor: Antoni Payeras