El Lado oscuro del Bonsai
Hace unos años, bromeando con Kevin Willson, discutíamos sobre la capacidad que tiene el Bonsái para atraer a todo tipo de personajes ávidos de gloria y que utilizan el Bonsái para intentar superar sus mezquindades. En esa discusión quedaba en evidencia, si repasábamos nombres de artistas del Bonsái, que había dos grandes grupos. El primero, y el más numeroso, era en el que predominaba la amistad entre ellos, gente preocupada por el desarrollo del Bonsái y responsables habituales de acciones de proselitismo destinado a la difusión del Bonsái y no a su autopromoción. Gente que habla sobre árboles y no sobre personas, y para los cuales lo más importante es la superación de si mismos, siendo siempre conscientes de que cuanto más avanzan en el camino del conocimiento, más lejos se ve el final. El otro grupo es fácil de describir, gente que se preocupa más de si mismos y de lo que hacen los demás que de sus propios árboles, y para quien el Bonsái no es más que un medio para alcanzar gloria y así satisfacer su ego.
Estando de acuerdo los dos con esta idea, a Kevin se le ocurrió una comparación perfecta: el Bonsái era como «La Fuerza» en la «Guerra de las Galaxias«. En esta ficción nos encontramos con dos lados de la fuerza, el lado luminoso y el oscuro, idea parecida a la división entre el bien y el mal, el yin y el yang, y otras muchas analogías que nos encontramos en varias religiones.
Entonces, ¿tiene el Bonsái un lado luminoso y otro oscuro? Creo que si cualquiera de nosotros, con suficientes años en este mundo, piensa en ello, acabará por afirmarlo.
Para mí, puedo ver a Yoda en mi maestro, John Naka. Entonces el lado luminoso de la fuerza es lo que él nos enseñaba; Aprender de la naturaleza, respetar al árbol como un ser vivo, mientras intentamos obtener de él su máxima belleza. Éste es en definitiva lo que los japoneses llaman «El Camino«, donde el Bonsái no es más que un medio para el desarrollo personal.
Entonces el lado oscuro es evidente; La búsqueda rápida de reconocimiento, gloria y riquezas, utilizar el Bonsái como objeto que nos proporcionará estatus. Al igual que en la película, el lado oscuro es atractivo y existe una fuerte tentación a caer en él, ya que se basa en explotar las más bajas debilidades humanas: la envidia, la codicia, la prepotencia…Y al ser capaz de proporcionarnos satisfacción inmediata, es muy fácil verse seducida por ella. ¿Para qué debo formar un Bonsái durante 20 años, si puedo comprarlo?
Si analizamos entre los artistas españoles, nos será fácil reconocer a muchos personajes de la obra, el viejo Obi-Wan Kenobi, el joven Luke Skywalker, y muchos otros Jedi. Pero también encontraremos a los personajes del lado oscuro; Darth Vader, Palpatine, señor oscuro de los Sith, etc. Y entre ellos, algunos que se creen Sith y no son más que simples sirvientes. El lado oscuro permite llegar a «Maestro» sin saber siquiera alambrar, ni tener los conocimientos más básicos.
Decía un buen amigo, que no es cierto que en España haya tantas diferencias entre regiones y nacionalidades, y hay algo que nos une más que la bandera…….la envidia.
«La envidia es la religión de los mediocres. Los reconforta, responde a las inquietudes que los rodean por dentro y, en último término, les pudre el alma y les permite justificar su mezquindad y su codicia hasta creer que son virtudes y que las puertas del cielo sólo se abrirán para los infelices como ellos, que pasan la vida sin dejar más huella que sus traperos intentos de hacer de menos a los demás y de excluir, y a ser posible destruir, a quienes, por el mero hecho de existir y de ser quienes son, ponen en evidencia su pobreza de espíritu, mente y redaños. Bienaventurado aquel al que ladran los cretinos, porque su alma nunca les pertenecerá.» (Carlos Ruiz Zafón)
Que la Fuerza os acompañe.
Antoni Payeras