El Nudo (Olea europaea var sylvestris)

El Nudo (Olea europaea var sylvestris)

1ª FASE

Esta mole de madera, que por su enrevesada composición recibió en ese momento el despectivo nombre de «El Nudo«, era un ullastre al que había dado por imposible. Medraba en un rincón del vivero sin que nadie le prestara atención.

Desgraciadamente, de dos venas, una había retirado la savia al enraizar. La única viva tenía muy poco recorrido, por lo que cualquier diseño quedaría muy cercano a la base.

En 2004 decidí hacer un intento. Vi alguna posibilidad en un diseño vertical.

En la parte central, todavía era visible la corteza pegada a la vena que murió.

Como en todos los ullastres, el primer trabajo consiste en eliminar la corteza sobre la madera muerta.

Por muy bonita que ésta sea, si recubre una parte muerta, debemos eliminarla. En la naturaleza, solo las partes vivas mantienen corteza. Hemos de ser coherentes con el comportamiento natural del árbol.

Aprovecho para eliminar parte de la madera en mal estado.

Como en otras especies, la eliminación de la corteza muerta es difícil. Siempre suelen quedar  restos pegados que hacen visible nuestra actuación.

única modificación en la madera muerta (a excepción de la eliminación de algunas partes) fue en la zona central. Una serie de curvas abultadas ofrecían una imagen que desentonaba con el resto.

Para mitigarlo, realicé algunos huecos que unificasen  el aspecto de la zona.

Aquí no refino el trabajo, ya que es de esperar que éste se prolongue varios años, por lo que será mejor esperar al final para acabar los detalles. Mientras tanto, el sol y el agua actuaran envejeciéndolo por nosotros.

Aquí se puede ver el primer diseño. El árbol vertical, con las ramas primarias colocadas en forma de cascada o semi-cascada

2ª FASE

Esta fotografía está tomada en primavera de 2005. Se puede ver el vigoroso crecimiento de las ramas secundarias.

Antes de alambrar, hay que realizar una correcta selección de brotes.

También es recomendable eliminar las hojas de las bases de todas las ramas a alambrar. Esto nos facilitará el trabajo y tendremos una mejor visión de la zona.

Una vez alambrado el crecimiento secundario, recortamos los brotes a la altura requerida.

Ese mismo año, a finales de verano, los nuevos brotes han tomado suficiente vigor como para volver a alambrar.

Aspecto a finales de 2005

La unión de lo que queda de vena viva con la madera seca nos muestra el extraordinario crecimiento que ha tenido en estos dos años

Se puede apreciar cómo los “botones” de corteza se han separado a causa del engorde de la vena.

Aunque esto pueda parecer un inconveniente, no hace sino añadir relieve e interés al tronco.

A finales de invierno de 2006 decido trasplantarlo a una maceta más adecuada. Y corregir la posición, inclinándolo un poco más hacia la derecha del diseño.

La maceta que elegí fue cocida en el horno Yamaaki, en Tokoname.

Su original pátina es gris verdosa.Los ullastres, al dominar el color blanco tanto en corteza como en la madera seca, es interesante usar colores claros en las macetas, dejando los marrones para cuando no hay posibilidad de elección.

La mezcla es a base de Akadama, volcánica, pomice y un poco de cal granulada.

Al colocarlo en la posición elegida en su nueva maceta, descubro que el nebari se encuentra mucho más bajo de lo esperado.

Fijar un árbol de este tipo es difícil, ya que tiene muy pocas opciones para sujetarlo correctamente.

La fijación la realizo con alambre de hierro, ya que me permitirá soportar mayor tensión que el de aluminio.

La elección del punto correcto de inclinación lleva tiempo, y aún así, a veces es necesario una segunda corrección.

Para mantener el árbol en la posición elegida, me ayudo de varillas de fibra de vidrio (más resistentes que el bambú) a modo de “muletas”

Aspecto del árbol una vez acabado el trabajo de plantación en su nueva maceta.

Sigue viéndose un importante nudo antiestético en la parte central

En otoño de 2006 decido atacar este enorme nudo de madera seca. La intención es estilizarlo con el fin de corregir la imagen de conicidad invertida que nos da.

Lo primero es cortar sobre la vena viva para separar un buen trozo de madera situado justo encima

Sigo realizando cortes rectos con la “Arbortech”.

Una vez realizados los cortes que definirán lo que será separado, empiezo a trabajar con la fresadora.

Aquí ya se puede observar el trozo de madera eliminado encima de la vena viva.

Continúo estilizando toda la madera, procurando que el trabajo de fresa no sea visible desde el frente, conservando así la pátina natural.

El trabajo de esculpido de madera finalizado.

Después corrijo la copa para adecuarla al nuevo volumen del tronco. La acorto y acerco más a la vena viva para compactar el diseño.

Aquí se puede ver el detalle de la nueva unión entre la vena viva y el tronco

3ª FASE

En esta etapa (2007 y 2008) el árbol es alimentado y podado con el fin de mantener el pequeño tamaño de la hoja y su densidad.

La madera seca es tratada con líquido de jin para preservarla.

Aspecto en primavera de 2008.

Aspecto del árbol en el IV Concurso Nacional Museo Municipal de Bonsái de Alcobendas, Octubre de 2008, donde recibió un premio como “Obra Maestra” de manos de Kunio Kobayashi.

Durante la exposición, el maestro sugirió una corrección en el diseño.

Uno de los jin apuntaba directamente a la vista, por lo que recomendaba eliminarlo completamente.

Era consciente de la incorrección de esa rama, pero como suele suceder en estos casos, no hay prisa por eliminar algo que es sí mismo es bello, y que una vez eliminado ya no existirá.

Mi decisión final fue la de eliminar solo la parte de esa rama que apuntaba directamente hacia el frente, para ello realicé un corte con la “dremel” siguiendo el dibujo de la madera.

Una vez eliminada la parte superflua, lo que queda, da una imagen excesivamente pesada en su parte alta

Al igual que hice con el tronco, elimino parte de esta rama seca, estilizándola.

Ullastre “El Nudo”

Olea europea var. sylvestris

Altura 62cm

Abonado del Ullastre

Estos son los productos que utilizo en la alimentación del ullastre.

Se ha de tener en cuenta que están destinados a unas plantas con unas determinadas características de crecimiento y confinadas en un clima particular como es el de la isla de Menorca. No obstante, estas recomendaciones son aplicables a toda la cuenca mediterránea.

Para otras zonas de clima más continental, cabría acortar el calendario de abonado para adecuarlo a la época de crecimiento del ullastre.

El bajo contenido en potasio de estos abonos se debe a que van destinados a árboles plantados en Akadama o Lutita y mezclas con estos productos. El potasio es liberado lentamente por suelos de origen arcilloso como la Akadama y la Lutita.

En el ullastre es importante realizar un correcto abonado para lograr mayor densidad. También es importante el abonado de otoño, ya que en caso de que sea pobre, la brotación de primavera será explosiva, con hojas demasiado grandes.

Aminoácidos Nitrógeno: 8.8%

Aminoácidos libres: 11.7%

Materia orgánica total: 57%

Los productos a base de aminoácidos son activadores del metabolismo de las plantas.

Éste en concreto, contiene además un buen porcentaje de nitrógeno, lo que lo hace especialmente indicado para su aplicación en primavera, justo cuando el ullastre precisa de más N.

También tiene un importante efecto anti-estrés, al igual que los extractos de algas.

Puede ser aplicado tanto en el riego como por vía foliar, siendo ésta última la que suelo utilizar, ya que puedo hacer coincidir el tratamiento con alguna aplicación de fungicida o insecticida.

 

Abono Base Nitrógeno: 7%

Anhídrido Fosfórico: 15%

Óxido de Potasio: 7%

Este es un producto formulado específicamente para bonsái.

Su bajo contenido en potasio es específico para su uso con arcillas granuladas, Akadama o Lutita. La arcilla que las forma es muy rica en P, el cual es liberado lentamente.

Fosfito Potásico Anhídrido Fosfórico: 30%

Óxido de Potasio: 20%

La acción del fósforo en forma de ión fosfito combinado con potasio estimula el crecimiento y actúa sobre el sistema hormonal activando la producción de fitoalexinas, estimulando los mecanismos de autodefensa de las plantas y produciendo un fortalecimiento de los tejidos fundamentalmente en el tronco, nebari y raíz.

Como fungicida previene las enfermedades fúngicas del suelo (Phytophthora) y vasculares.

Al ser un abono sin nitrógeno, favorece la acumulación de reservas en otoño.

Abono de cálcico Calcio:10%

Nitrógeno: 5.1%

Materia orgánica: 30%

Fertilizante rico en calcio, complejado con materia orgánica (lignosulfonatos) que garantiza su total biodisponibilidad.

El uso de correctores de calcio es imprescindible en el cultivo del ullastre.

El ullastre (olivo silvestre) crece preferentemente en terrenos calcáreos. Su cultivo en Akadama, el uso de abonos pobres en calcio (la mayoría) y el riego con agua osmotizada, nos da hojas débiles, blandas y con poco color.

Varias aplicaciones al año de este producto acentúa el color oscuro del ullastre salvaje, aparte de hacer las hojas más coriáceas. También es una importante ayuda para reducir el tamaño de las mismas.

Complejo de microelementos Aminoácidos libres: 15%

Nitrógeno (N)total: 6.2%

Materia orgánica total: 24%

Boro (B): 0.42%

Cobre(Cu): 0.42%

Hierro (Fe): 2%

Manganeso (Mn): 1.25%

Molibdeno (Mo): 0.02%

Zinc (Zn): 1.25%

Para garantizar el suministro de los microelementos necesarios y evitar carencias utilizo una solución de oligoelementos complejados con aminoácidos, de este modo garantizo su total biodisponibilidad por la planta. Una vez aplicado, este complejo de aminoácidos-microelementos se moviliza rápidamente a los sitios específicos de acción,  manteniendo en un nivel adecuado las proporciones de microelementos y previniendo de esta manera carencias que afectarían negativamente tanto el aspecto del árbol como su crecimiento. Aparte de prevenir carencias, su uso aumenta la intensidad del color de las hojas.

Dependiendo del momento, su aplicación puede ser realizada a través del agua del riego o en pulverización foliar, siendo esta última mi preferida para este producto.

Ácidos Húmicos Ácidos húmicos: 7.5%

Ácidos fúlvicos: 7.5%

Este producto es un bionutriente procedente de la leonardita.

Los ácidos fúlvicos y húmicos producen una mejora en la estructura y en la oxigenación del suelo, provocando el desbloqueo de nutrientes, mejorando su capacidad de intercambio iónico y estimulando la vida de los microorganismos. En los bonsái produce un mayor poder de absorción de las raíces, estimula el desarrollo de los meristemos de crecimiento, potencia la respiración celular y da mayor resistencia a la planta en períodos críticos.

Su uso aporta la parte orgánica necesaria para un buen equilibrio en el suelo, del mismo modo que lo hacen los abonos orgánicos.

En el ullastre su uso solo es recomendado a partir del segundo año, coincidiendo con el deterioro del sustrato.

Es recomendable esperar a que las raíces llenen por completo la maceta antes de su primera aplicación. En caso contrario, estimularía en exceso el crecimiento.

 

Extracto de Algas Extracto de algas marinas: 40% Bionutriente obtenido a partir de bacterias, algas marinas y otros vegetales, conteniendo proteínas, fitohormonas, polisacáridos y elementos minerales menores. Durante el proceso de fabricación las proteínas son separadas del conjunto e hidrolizadas, lo que permite dejar en libertad los aminoácidos que la componen, actuando como nutriente y activador.

Al igual que los aminoácidos, el extracto de algas es un bioestimulante. Varias aplicaciones al año nos darán mejor color de hojas.

Su uso permite superar periodos críticos como el trasplante, cicatrización de heridas, daños por viento, lesiones en la corteza o contrarrestar efectos fitotóxicos producidos por plaguicidas.

Emite un olor marino típico.

Es mejor su uso vía foliar, ya que aplicado al suelo, activaría en exceso la flora bacteriana, que con su actividad genera demasiado nitrógeno.

En zonas frías, después de una nevada o frío intenso, el uso de extracto de algas ayuda a superar los efectos adversos tanto en el ullastre como en otras plantas.

Todo el calendario de abonado está basado en los abonos para bonsái NUTRITECH

 

     
Fase 1 1er Año Esta es la fase de formación de ramas primarias. Es muy importante que éstas adquieran el suficiente grosor para que las vías del floema queden definidas correctamente. Para ello debemos potenciar el crecimiento vegetativo.

 

La alimentación en la primera fase ha de ir encaminada al nuevo crecimiento. Para ello aumentaremos  las aplicaciones de aminoácidos. Para asegurar una buena circulación de savia y al mismo tiempo garantizar la salud de las raíces, aplicaremos más fosfito potásico de lo habitual en las otras fases.

Evitaremos aplicar ácidos húmicos en esta etapa. Es peligroso su uso mientras el sistema radicular no está establecido del todo.

En todas las etapas, se ha de aplicar un corrector a base de calcio con el fin de corregir su carencia. La necesidad de Ca del ullastre no se puede corregir a no ser que apliquemos este tipo de correctores. Otra opción es mezclar en el suelo de cultivo algún tipo de calcio granulado. Puede servir el que se usa para la alimentación de gallinas ponedoras, ya que es granulado al igual que la Akadama, y no se deshace con el tiempo.

Fase 2 2º  Año En la segunda fase formaremos las ramas terciarias dando así forma definitiva a la estructura del ullastre.

En este estadio, la correcta selección de los nuevos brotes que aparezcan sobre la ramificación primaria permitirá que la rama se forme de forma adecuada.

 

En la alimentación, incidiremos en un buen equilibrio entre el N, P, y K. El aporte de N ha de ser controlado para evitar excesivo crecimiento entre los entrenudos.

A partir de esta etapa, y a medida que el suelo envejece, es conveniente realizar alguna aplicación de ácidos húmicos con el fin de rejuvenecerlo.

La confección de un calendario de abonado nos ayudará a ser regulares.

 

 

 

Fase 3 3º  año y posteriores Esta es la fase de refinamiento. En ella las ramas irán ganando volumen y densidad. Es importante mantener los espacios entre ramas y realizar una selección de brotes adecuada para evitar el debilitamiento de las ramas interiores.

 

La alimentación en la fase de refinamiento y mantenimiento es siempre muy importante para evitar el decaimiento del árbol y de su diseño.

En esta fase, si hemos realizado los trabajos correctamente y seguido un plan de abonado correcto, habremos obtenido una considerable densidad de hojas en las ramas. Esta densidad ha de mantenerse nutriendo correctamente todo el volumen de hojas. Dicho de otro modo: a más hojas, más abono.

Es imposible mantener un ullastre con hojas diminutas y ramas densas si no abonamos lo suficiente.

Por lo que podríamos decir que el ullastre es un gran consumidor de abono.

El correcto equilibrio entre N, P, y K es fundamental para que esto ocurra. Si desatendemos este equilibrio (p.e. abonando con excesivo N) será imposible mantener una densidad correcta, y menos aún conservar el tamaño pequeño de las hojas.

Seguiremos con las aplicaciones de Ca para obtener hojas más coriáceas y por ende, más pequeñas.